El Día Internacional de la Danza se celebra el 29 de abril
desde que fue establecido en 1982 por el Comité Internacional de la
Danza del Instituto Internacional del Teatro (IIT). Esta fecha conmemora
el nacimiento de Jean-Georges Noverre, un excelente bailarín nacido en
1727. Cada año el IIT encarga a una personalidad conocida del mundo de
la danza la redacción de un mensaje que es leído en todo el mundo. El
objetivo de esta celebración y de ese mensaje es el de unir todas las
danzas en este día, para celebrar esta forma de arte y mostrar su
universalidad.
El Mensaje del Día Internacional de la Danza 2014 le ha sido encargado al bailarín y coreógrafo francés Mourad Merrzouki.
"Todo artista tiene el orgullo de su arte. Todo artista
defenderá siempre el arte cuyo contacto le ha estremecido. A causa de lo
que ha buscado y perdido, y a causa de lo que desea intensamente
compartir.
Es el eco de una voz, la escritura encontrada, la
interpretación de un texto que ofrece a la humanidad, la música sin la
cual el universo deja de hablarnos, el movimiento que abre las puertas a
la gracia. Yo tengo por la danza el orgullo del bailarín y del
coreógrafo, pero también un profundo agradecimiento. Ha sido mi
oportunidad. Se ha convertido en mi ética por la nobleza de su
disciplina. A través de ella descubro el mundo cada día.
Íntimamente mía, me anima cada día con la energía y la generosidad que le son propias.
Su poesía me tranquiliza. ¿Puedo decir que yo existiría sin la danza?
¿Sin la capacidad que me dio para expresarme? ¿Sin la confianza que he
encontrado para superar los temores, para escapar de las rutas sin
salida?
Sumergido gracias a ella en la belleza y en la complejidad del mundo,
me hice ciudadano, ciudadano singular reinventando los códigos a lo
largo de los encuentros, fiel a los valores de la cultura hip hop que transforma la energía negativa en fuerza positiva.
Vivo la danza día a día como un honor. Pero vivo este honor
preocupado. Constato la pérdida de puntos de referencia, la
imposibilidad para imaginar su futuro por parte de los jóvenes
procedentes de barrios humildes que han crecido en la frustración y la
tensión. Soy como uno de ellos, todos somos como ellos. Me siento
animado, quizás más que otros, a dar ejemplo para ayudarles a repetir la
vida.
¿No se enriquece la sociedad con la riqueza de cada uno de nosotros?
La Cultura une más que cualquier discurso.
Tened valor, asumid riesgos, a pesar de los obstáculos y el odio a los
que sin duda os enfrentareis la belleza del mundo siempre estará a
vuestro lado, como la danza lo ha estado para mí. Con su fuerza singular
que hace desaparecer las distinciones sociales, aquellas ligadas a
nuestros orígenes, para dejar únicamente el movimiento de los cuerpos en
su más simple humanidad, seres humanos devueltos a su expresión más
simple, singular y común.
Finalizo citando las palabras de René Char
que me recuerdan cada día que no debemos dejar que nadie nos encierre
en un rol ya escrito:
'Impón tu suerte, aférrate a tu felicidad y ve hacia tu riesgo. Al mirarte, se acostumbrarán'.
¡Intentadlo, equivocaos y comenzad de nuevo, pero sobre todo bailad, no dejéis jamás de bailar!"
Mourad Merzouki
Traducción de Leonardo Santos Suárez